Tomar medidas preventivas, es lo más difícil en los últimos tiempos frente
a los fenómenos naturales y artificiales, los terremotos han marcado el destino
de la ciudad de Arequipa, pero en esta ocasión tenemos que hacer mención de un
fenómeno artificial que ha acompañado a la humanidad desde el descubrimiento
del fuego; los incendios, estos fenómenos pueden cambiar y generar
transformaciones en una sociedad tal como sucedió con uno de los más grandes
incendios que aconteció en Arequipa, fue tal el impacto de este siniestro que
caló en lo más profundo de la sensibilidad de la sociedad arequipeña motivando
la formación de la Compañía de Bomberos.

El miércoles 26 de Noviembre de 1913, 11:15 se hallaba conversando en la
puerta del Fénix los señores Pendevis, Cremieux, dueño del hotel central,
Oldrati y otra persona, cuando uno de ellos dijo que sentía olor a fuego. Al
poco momento se vio aparecer humo en el interior del segundo piso en la casa
del frente; pero como se veía la casa alumbrada y aun se sentía tocar el piano,
se creyó que no habría peligro. Sin embargo el señor Cremiux subió a los altos
con otros señores para avisar a la familia. Al poco rato el fuego se pronunció
claramente y se propago de una manera veloz del interior de la escalera,
abarcando en pocos momentos, casi todo el edificio. (El Pueblo 1913)
Mientras tanto varias personas se ocuparon de salvar a las familias que vivían
en el segundo piso, el cual estaba habitado por la Sra. Viale sus niños y la
familia Obrian. En el tercer piso vivía el dueño de casa el Sr. Gavancho, la
Sra. Viale fue sacada desmayada cuando ya empezaba a
arder la escalera de los altos.
Los que quedaron en las habitaciones, que ya empezaban a arder, quisieron
salvar algunos muebles y objetos y solicitaron cables y escaleras; pero como
esos elementos no estaban a la mano la labor de salvamento se hacía muy difícil.
Poco después llegó la policía y comenzó a organizarse la defensa de los
edificios contiguos y salvamento de algunas mercancías.Estuvieron presentes todas las autoridades de la ciudad desde el prefecto
hasta el último gendarme.

A las 11:30 de la noche ardían los altos de la casa incendiada formando un
gran resplandor que iluminaba casi toda la ciudad causando el consiguiente
pavor. El fuego se comunico luego a los almacenes bajos
El fuego se expandió después al gran almacén contiguo de propiedad de
Porcella y Cia.; que se hallaba lleno de abarrotes y tenía enormes depósitos de
diferentes productos. Había que luchar para el que el fuego no llegase a los
edificios de enfrente donde se encontraban el Teatro Fénix, y La casa de
Beneficencia Pública. Por precaución se cortó en el acto el circuito de luz eléctrica, quedando a oscuras las casas
vecinas.

Adueñado el fuego por completo de las dos casas existía el peligro de que
por la parte interior del inmueble se expandiera al interior de las casas vecinas
y entre ellas al Royal Hotel que colindaba con el almacén de Porcella y a la
casa de la familia Guinassi, ambas situadas en la calle de Mercaderes; así como
a las casas de la calle de San Juan De Dios.
El incendio duro toda la noche, quedando consumidos los dos fundos y la
mercadería de los almacenes. A las 4 de la mañana el tanque regador del Tranvía
Eléctrico, fue llevado a la primera
cuadra de la Calle Mercaderes y de allí se consigo llevar una cañería y una
manguera hasta el interior del hotel Royal para combatir el fuego. (El Pueblo 1913)
La policía carecía de elementos para combatir el fuego y tampoco lo tenían
para el salvamento de las personas. No hubo muertos a pesar de la velocidad con
la que se extendió el fuego solamente algunos heridos que fueron atendidos en
el nosocomio de la ciudad. “Hasta el mediodía
del jueves 27 no se pudo controlar el fuego”. (El Pueblo,
1913)
La inexistencia de una compañía de Bomberos permitió la expansión de este incendio, lo que conllevó, que las
autoridades, especialmente un grupo de
hombres probos que participaron
activamente en la extinción del incendio, a conformar la primera Compañía de
Bombero Nº 1 el 22 de Agosto de 1914, un año después
del siniestro los arequipeños dijeron basta, esta compañía fue integrada
por: Comandante señor Guillermo Crosby
(que había fundado en Lima la primera compañía de bomberos del Perú“la Chalaca”), Capitán Sr. Tim Smith,
Teniente secretario Manuel Yabar Dávila, Teniente tesorero Jorge Alberto Llosa,
Primer teniente Adolfo Velando O`phelan, Segundo Teniente Guillermo Brain,
Capellán Eusebio Valencia, Médicos Carlos Campos y J Enrique Vargas, Delegado
Gustavo Landazuri.Estos hombre no deben quedar en las llamas del olvido si no
en las memorias de sus habitantes.
Este es el carro
anti-incendios.
(Ilustración
impresa en: Brill Magazine - Edición de mayo, 1913).