sábado, 10 de junio de 2017

CRÓNICA FUNERARIA



Tenía que ser el mejor traje, la plancha caliente la tela inerte, las arrugas alejadas como los recuerdos tristes de mi mente.


La camisa con línea que expresaba formalidad o la división entre la vida y la muerte, un cuello sin líneas firme como el protocolo funerario.
Pantalones oscuros con dos líneas sin dudas, líneas paralelas como los vacíos consuelos que este día escucharemos, es difícil decir “lo siento ha muerto”, nunca sabré decirlo mucho menos escucharlo, así va el plato a veces lleno a veces vacío, siempre la profana gastronomía metida en toda mi vida…

Corbata para seleccionar de más de un centenar de ellas, ninguna cumple el rigor oscuro que el mundo exige, pero la camisa es oscura si…,  lo lamento hermana corbata esta vez no serás mi pechera en esta batalla.
Cierto el celular las llamadas que por etiqueta deben ser contestadas sino harás un desaire a los solidarios y solidarias, publicare en mi muro de Facebook así tendré un muro donde sus condolencias serán más evidentes y hasta likes alcanzarán, mi mente en este momento no siente sé que les agradeceré por tanta delicadeza a lo largo de nuestras vidas, gracias vanidad me haces sentir mortalmente inmortal.

Todo listo la imagen ideal para el evento, lagrimas no salen, miles de recuerdos en mi cabeza, mis ojos no tienen tiempo para lágrimas, pero, si imágenes donde me veo pequeño; siento mi mano solitaria sin su mano guía, compañera y amiga.
Ya de eso nada queda, solo las imágenes en mis ojos que evitan que las cataratas de lágrimas sienten sus fueron en mi rostro, hoy más duro y adusto para alejar a los curiosos y aceptar a los conocidos…
Estuviste conmigo así lo dijiste “una parte de mí se queda contigo” y así fue, una mano amiga un abrazo sincero no podía más… quebraron mi formalidad, las rocas quebraron las líneas se doblaron y otras se curvaron.

No te dije adiós porque no te has ido sigues aquí en cada línea que veo en el espejo, en cada letra que escribo, en las fichas de mis libros, en tus consejos de maestra, tus sueños hechos realidad en muchos de los míos.

No tengo la fuerza necesaria para escuchar tu nombre pronunciado por aquellos que dijeron conocerte me basta con los recuerdos, tus emociones plasmadas en mis memorias, ahora toca ahora debo escuchar al viento, dibujar en la arena y querer ser parte del universo…